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Mostrando entradas de enero, 2017

La soledad de las sensaciones.

El viento viajero ensombrece los árboles con sus plumas En el día son destempladas auroras que renacen al amanecer Como fénix que se echa al vuelo más soberbio sobre la tierra Noctámbulo plenilunio centellea en la inmensidad del infinito El universo se extiende fugaz y estrellado en horizontes multiformes El silencio cautiva las horas en sensaciones perdidas al andar La naturaleza se vuelve una con la humanidad, solo existes tú Misterio, amor, paz y serenidad entre aguas ancestrales El verdor del bosque cromatiza tus ojos en camaleónicos colores Tu belleza arde como fuego abrasador en mis sentidos La noche es solitaria ausencia de segundos y horas El tiempo se esfuma estertóreo como si te viera por vez primera Detengo los instantes entre mis manos, que son gotas de agua en el mar Nada más queda que tu voz entre sueños surreales Que me invitan a caminar los sendero

Cocktail de palabras.

Degusto y saboreo este cocktail de palabras que despierta los sentidos La noche cae rendida a los pies de una hoguera y su poética es voz hecha fuego Tu lengua enciende el clímax de mi sangre Que corre, te recorre y penetra tus venas Las abre, las cierra, fluye como torrente dentro de ellas Tu cuerpo me sabe a efluvios nocturnos Son tus versos éxtasis en este vivir finito La tierra es agua y el pensamiento fuego Las horas son días y la muerte vida en tu presencia Eres poesía, voraz y hambrienta de infinito Escucho tus latidos que silencian la ciudad a la distancia Te sé  mía en las sensaciones vividas. José Patricio Chamorro, 20 enero 2017.

La espera eterna o la espera perenne.

I El tiempo se deshace entre mis manos, la eterna espera se vuelca como un reloj de arena Mi corazón se desquebraja en gotas de tiempo Los segundos se descomponen en partículas rotas como una polaroid en un portarretrato hecho trizas Mis ojos se entristecen en tu ausencia Lágrimas bajan por mis pupilas como puñales de sangre La profundidad de un sentimiento se desvanece en el aire Y mi corazón se desborda en un llanto cobarde II Como prófugos de la distancia estuvieron nuestros cuerpos La libertad será tu mayor victoria La nostalgia será esperanza y el amargor, felicidad Mi alma aguardará en espera una eternidad, Hasta siempre… Hasta nunca… es hoy lo que no fuimos ayer Emprendemos un nuevo vuelo hacia la libertad, Lo que ayer fue ilusión, hoy es triste desenlace III Mis latidos silencian los instantes, Atruenan en ímpetus la fugacidad de la memoria El amor se arrumba en cenizas abrasadoras Que arden como hoguera al infinito La d

La poesía de los días. Poética de las estaciones.

El mañana nunca llegará si en vano postrado estás en el silencio No aguardes tus pasos, échate a andar a la deriva Recorre lugares incansables, collages naturales de un paisajismo surreal Cautívate en miradas perdidas al horizonte, ama, ríe, llora y vive Siente los besos que se posan sobre tu mejilla y recrean tu silueta Escribe como si el tiempo se desvaneciera entre tus manos Que tu escritura mundana sea como la etérea poesía de los días Crea vida con tus palabras, haz del agua un manantial sereno Haz del fuego una hoguera que encienda mentes e ilumine las estrellas Haz del pensamiento raíz y germen de obras que desborden sentimiento Que el poema eclipse las horas perdidas y naufrague en noches infinitas. José Patricio Chamorro Jara , Chillán. 10 enero 2017.

Petricor. (Poesía sensitiva).

En mi memoria a desparpajo duermen los silencios de juventud Se marchitan las ansias detenidas como momentos agrestes al andar Todo tiempo pasado fue mejor, con horas infinitas en la eternidad El amor es el cascabeleo de tu voz bajo la lluvia otoñal Es piedra endurecida ante la inclemencia de las estaciones idas Es río que fluye a caudales por tus venas diáfanas de ilusión Es el encanto a primera vista ante el sopor de los años Son mariposas que vibran en un aleteo prófugo de libertad Así te siento como gotas húmedas en las virginales tierras del sur En esos tibios besos que condenan a los amantes que se rinden a tus pies En las efímeras caricias que rozan tu mustia piel aterida y marmórea Son las huellas que los días te provocan en mi ausencia En ese amor que nos atraganta en un hilo incorde de suspiros En el hálito tenue y frágil del parpadeo de saber que se nos va la vida Es el misterio de una promesa cuyas palabras