¿Qué es la frustración, sino aquello que evadimos desde nuestra insatisfacción del deseo? Ser un ser libre en una sociedad que adormece tu sentir, que normaliza sus convenciones y se vuelve un patrón en el que debemos encajar. Un molde hecho a ultranza de la moralidad de la época. ¿Ansiar la libertad y actuar en consecuencia, es lo que nos imposibilita a amar? Si el amor es libertad y este se construye a través de las decisiones diarias, ¿no debiese ser la voluntad de elegir, de ser junto a otro, el peldaño que construye la felicidad? Ser feliz en nuestra cotidianidad pareciese ser un acto de vanidad en un mundo que se cae a pedazos. Somos el vicio corrupto del placer sin memoria. Porque esta nos constituye en forma, simetría perfecta de lo que somos en esencia. Es, por tanto, la ausencia de esta, la omisión involuntaria la que nos arrastra al vacío. Amar nuestra existencia con lo que somos, con lo que perdimos. Aquellas sombras que confluyen en la agonía de nuestros pensamientos.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.