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Mostrando entradas de octubre, 2013

Aprendiendo a vivir.

Llevan días rondando en mi mente varias ideas en relación al vivir mismo, ¿Quién puede decir con   propiedad que ha aprendido a vivir? Pues yo no. Es precisamente aquella sensación de incomprensión hacia la vida misma la que me hace y motiva a diario a redescubrirla y reencantarme con ella, sé que ningún momento vivido será igual a otro, por ello los vivo con intensidad, sé que la única manera de mantenernos vivos, es siempre estar en continúo movimiento, en un pensar y sentir incesante, fluyendo en el flujo vital. Hoy podemos estar en un determinado lugar, mañana en otro, luego quizás volver al mismo sitio, sin embargo, jamás nos encontraremos en el mismo sitio (espacio), pues espacio y tiempo, pese a ser convenciones, también se encuentran en continúo movimiento, por ello jamás seremos los mismos. El pensamiento es otra de las intrigas humanas que me causa a ratos inseguridad, ya que no sabemos qué piensa otro que es distinto a mí y aunque hayamos vivido cien años y hayamos pasad

Apuntes Análisis del discurso 28,10,2013.

El efecto es la palabra clave para entender el Estadio del espejo. (proceso) Antes de la formación del yo. Momento de la imagen del yo. Al principio hay fragmentación. (Cortados en pedazos) El bebé no tiene concepción del todo. Para Lacan la vista es el sentido primordial. “Mirando al cejo” leer. Sigue la línea de Merloponty. (Fenomenología) Está intentando de reconfigurar un psicoanálisis. ¿En qué radica el poder? El poder del estado del espejo, radica en el lenguaje. El inconsciente posee la estructura del lenguaje. Reflexionar. (Pensamiento reflejo, sobre sí mismo) ¿Por qué es importante el pliegue? Reflexión idéntica a sí mismo. De pie, capaz de tener una mirada. (Impulso del deseo) Proceso libidinal. (Líbido: Tensión entre vida y muerte) Conocimiento paranoico (Manía persecutoria a través de la mirada). Relaciones sintagmáticas, vinculada a una cadena de significantes. (oralidad) El E. del espejo como identificación. Asunción con júbilo. Matr

El culto al espejo.

Tributar la imagen de un sueño enmudecido en la penumbra del espejo Reflejarse en un fractal de para sí en un torbellino de imágenes del infinito Escribir en la habitación de tus silencios espejeantes y sonoros En la superposición de tus encuentros de un abismo imaginario Ser un errante en un suelo desconocido en tus instantes fugaces La instantaneidad de tu imagen te implora a gritos desconsolados Tu voluntad está rendida a la vorágine de tus promesas incumplidas Silente como el viento de un recuerdo lejano que se desvanece Aliéntate a vivir sin preocupaciones una razón inrazonable Aléjate de los espejismos de tu insondable destino Retuerce las imágenes opacas de un laberinto sin salida Que tu ego se arremeta a las inconclusiones de tu vital protesta.

El escritor en el desván.

El escritor, artífice de la pluma y las palabras, se tiende sobre su desván, en una posición inerte y altiva, en su imaginación fluyen sus pensamientos e ideas a escribir, es la soledad de su cuarto, el silencio acogedor de imágenes perdidas en el ocaso del tiempo, aquellos otros días de sus primeros años de juventud, que saben que sólo permanecerán en su retina y que jamás en su vida se volverán a repetir. Es en ese momento de la noche que recién comenza y que lo desvela hasta altas horas de la madrugada, lo que lo mantiene en pie, meditativo y cavilando cada uno de los movimientos y pasos que dará al siguiente día. Se sabe conocedor de la naturaleza humana, de sus múltiples cambios, de la ignorancia de las gentes y de ser un alma libre en un mundo de autómatas que devienen en la dirección de sus propios pensamientos sin un orden fijo y que por la deriva de aquellas inquietudes, su propia vida se pone en peligro. ¡Oh pensador, poeta de las palabras! Cuán sabio eres al no mirar

Tengo nostalgia de ti soledad.

Soledad como la infancia del niño que una vez fui, hoy apareces en mis vigilias En mis sueños de juventud que se desvanecen con el contar de los días, estás tú En la primavera de mis años y en el cenit de mis versos, te canto como a la noche Me sumerjo en las entrañas de tu memoria, mi memoria, la que construimos juntos Te poestizo en los instantes del porvenir infinito, que nos abre de par en par las puertas al paraíso Te perdí allá por esos años y hoy me reencuentro contigo, en mis amores tempranos Tú, ¿me abandonaste una vez más? Infiel te he sido, no sólo un amante por ti he tenido Mis versos se los dedicaré a otras tristes alondras que añoran mi cariño prometido Desahucios de recuerdos y casas abandonadas por la nostalgia otoñal De esas amarguras mediterráneas en el corazón de nuestra prosa poética Tengo nostalgia de ti soledad, no me abandones una vez más.

Vidas cruzadas y reemplazadas.

En la vida si hay algo que he aprendido dentro de las vivencias de la cotidianeidad, es que una experiencia puede ser mil y una veces vivida, sin embargo, jamás será la misma. Que de un día para otro, tu propia experiencia vital puede cambiar radicalmente, por ello considero necesario dejar una huella personal tras de ti, es decir, un sello que caracterice tu pasar por la vida, tu propia marca, pues si bien cada vida es única e insustituible, reservando en sí misma experiencias únicas, adquiridas a través de los años en el cuerpo, somos múltiples sujetos en una sociedad donde si no dejas tu marca personal, simplemente cuando se da la vista hacia atrás, no serás nadie. Por otra parte, nuestra vida es guiada por nuestros pensamientos, que al verbalizarlos da cuenta de qué pensamos y sentimos. Por lo demás, en nuestra etapa de infantes, somos guiados por lo que nos dictan nuestros padres, que en la medida que vamos creciendo nos cuestionamos si aquellas decisiones han sido las más

El vacío existencial de los objetos.

La realidad, ¿Qué es? Es una relación entre quién experimenta la vida, su propio mundo, cosmovisión, a partir de sus propias circunstancias y forma de convivir en un espacio/tiempo determinado, por ello la realidad dependerá del vivenciante, es decir, el sujeto que vive en aquella relación de yuxtaposición de espacialidad y temporalidad, ¿pero qué pasa cuando la realidad nos consume, cuando nuestro propio momento histórico nos agravia en una incomprensión incorrespondida? A veces el vacío existencial me consume, los objetos son entes inanimados que sólo cobran vida al interactuar con seres animados, por ello toda relación objetual me parece vacua, vacía en sí misma, sin la presencia física de alguien con quién compartir momentos, circunstancias, en un espacio y tiempo común, donde la materialidad de los instantes, cobre vida en sí misma. Una casa, es una construción solidificada en cimientos de escombros si no hay quién la habite, una taza de café es un mero objeto sin un uso ap

Condenados a la soledad.

Aquí yazgo, como un escriba intelectual de escritorio postmoderno. A veces me pregunto y cuestiono sobre la naturaleza de la soledad y de las ideas, escribo para no olvidar, pero ello me hace mantenerme en un estado de lucidez permanente y anhelante de nuevas experiencias, me privo del mundo y el mundo se priva de mí. ¿Le temo al caos mundanal de la sociedad cataclística? Vivo, estoy vivo, por ello escribo. Para dar cuenta de un sentir social permanente, de cuánto me apasiona la vida misma, ¿Me puedo enamorar? Es un verbo inconjugable para mí, cuando amo me entrego en absoluto y soy capaz de darlo todo, quizás por ello quiénes se han cruzado en mi vida, sienten que soy un buen amante. Las ideas fluyen por mi mente y por mi cuerpo, sufro la agonía de la soledad perpetua, lo que veo y observo me parece etéreo. A veces siento que ese estado de lucidez es un arma de doble filo, sin embargo, es mi mayor defensa ante los embates de la vida. Cada instante de mi vida he procurado estar

La curiosidad de los amantes.

                  La practica hace al maestro, el amor, como la vida misma, no debe tomarse a la ligera, hay que disfrutarlo por sobretodo, poner en practica los principios inmemoriales. Cada persona es un universo a descubrir, las cadencias de la voz, las pausas y ritmos acompasados de los cuerpos, la tranquilidad de dos personas sincronizadas en el acto amatorio, en el atreverse a vivir plenamente los instantes, aquellos que son irrenunciables, consistentes en sí mismos, pero que como el polvo, se desvanecen en el aire. Hay una primera vez para todo en la vida, pero siempre podemos aprender a reencantarnos con nosotros mismos, con nuestros gustos y placeres. Registro en mi memoria, la primera vez en que nos vimos, ese segundo que me miraste con curiosidad y yo atentamente te escuchaba, me ponía nervioso en tu presencia, no podía negar la atracción que me producías, tu cuerpo, tu figura, tu tan sola presencia, tu cercanía, ese estar ahí a mi lado. Yo te escuchaba atentamente las

La lectura de tus ojos.

Tu mirada me habla encendiendo mis solitarios días por la mañana Tu cuerpo me pide un aliento silencioso, un beso de medianoche Deseas que recorra tu cuerpo desde la punta de tus labios, hasta la incertidumbre de tus pies Te veo y me enamoras a cada instante, sensaciones encontradas, Ámame como si no hubiese un mañana, escucha mis latidos, deseémonos amor mío Crucemos la voluntad férrea de nuestros cuerpos inventariados de recuerdos Que esa noche en la que entregamos nuestros cuerpos,  sea el principio de nuestro enamoramiento   placentero Quiero que palpes mis manos que serpentean en los intersticios de tu cuerpo Extáseame en las letanías de una erótica descarnada Plasma la energía de tu vitalidad ensimismada en mis miembros furibundos Orgásmicos placeres desenvolveremos en tu cama encriptada Eres tu humanidad de intrigas lúdicas en mis deseos más profundos. José Patricio Chamorro, 03/10/2013, Santiago de Chile, Ñuñoa.

Testimonios de la vida de un escritor.

Ya es tarde, el día está culminando y me encuentro en la disyunción personal de mis pensamientos y sentimientos, en la precariedad de una vida que ama, anhela y desea. La felicidad es un estado que en primera instancia se me viene a la mente, siempre lo he considerado tan transitorio, quisiera vivir tanto, acumular tantas experiencias vitales como mi vida misma pudiese y, sin embargo, cada día que pasa me convenzo más que no sé qué es la vida, de qué está hecha, sus materiales, sus visiones. Al fin y al cabo, no serán jamás unívocas, pues cada persona guarda su relación personal y estrecha con la vida, procuro aprender de ellas, acerca de lo que han vivido, de qué pasado ha delineado sus rostros, cuánto han sufrido y cómo lo hacen día a día para subsistir. Yo lo hago a través de mi escritura, aunque más por arte que por oficio, no obstante, sí considero que puede haber una profesionalización de la escritura, pero ésta jamás sustituirá a la esencia del arte mismo, a escribir sin limi