Escucho la voz de la naturaleza Presiento la danza del tiempo y la vida Mis ojos se abren ante la inmensidad del mundo Y Admirando el río de las muchedumbres que circulan torrencialmente Consumiéndose mi tacto en el relieve de la tierra húmeda y el sol caliente Mis sentidos se empalagan en un sueño mudo de néctares Ahora Mis sueños son tuyos, los tuyos míos y así nos sumergimos en ensoñaciones nuestras Mi boca se acerca a la comicidad de tus labios Mi vida convertida en tragedia se tornó en el crepúsculo del pasado Que Mi olfato satisface en aromas florales Contemplando la belleza de tus ojos en una magistral comedia Yaciendo mi cuerpo en cromática acuarela Soy Un peregrino que va abriendo caminos Viviendo una sinfonía de acordes mayores Convirtiendo los embates en momentos atemporales Libre De las ligaduras sociales y las amarras infernales Vivo el deseo y el deseo se convierte en anhelo El anhelo en un apasionado beso que pronuncia un hermoso Te Quiero.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.