Obserbo en mirada contemplativa tu desnudez. Se me dilatan las pupilas sobre tu virilidad. Recorro tu pecho en silencio. Mis labios desean tu cuerpo. Carne contra carne, sexo contra sexo. Pasión en desborde, placer marginal de un viernes de enero. Eres honda silueta, recóndita estampa indomable. Salvaje éxtasis es tu piel rumana, nervadura entreabierta. Venas encendidas a punto de estallar invitan lujuriosas. El tiempo se nos vuelve agua desbocada, caudal orgásmico al paladar. Como sueño diurno precipita bajo nuestra almohada en amanecidas. Pd: Al rumano que me quita el sueño. Lima, Perú. 18 enero 2019.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.