Y el fin del mundo no llegó. Solo nos hicimos más humanos. Los conflictos no cesaron, las guerras solo cambiaron de nombre y de territorios. La soledad se abrió camino en la sociedad y el día a día de una familia. Desaparecieron los referentes, perdimos la esperanza de creer. Los medios de comunicación se apropiaron de la realidad Y con ellos los estereotipos y prejuicios hicieron llorar a nuestros niños. Deshumanizados, solos y sin esperanzas nos lanzamos a la deriva de los locos años 20. La era de la hiperconexión llegó y con ella la globalización degradada de nuestra tierra. Desgarrada la naturaleza con gritos sofocados por la maleza del hombre finito. Las tecnologías se volvieron inevitables, la igualdad social y de género nunca llegó. Los marginados se tomaron las calles, alzaron su voz, desmoronando idolatrías. El capitalismo se derrumbó en el ocaso del oasis, como espejismo ante nuestros ojos se desvaneció. Los locos años 20 nos confinaron, relegados a nuestros hogares nos olvid
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.