La lluvia alicaída sublima mis sentidos, los imantiza El color local de los atardeceres se magnetiza de rosáceos cielos azulados El imantismo ensordecedor de sinfónicas melodías se convulsa en frenesí La poética claroscura de narrativas novelescas, teatraliza mis emociones El violinismo de mis latidos en sordina se concretiza en acordes infinitos La inmanencia de mis corporeidades vacuas reverdece en la primavera de Septiembre Agonías lumínicas se aletargan en la caída de lluvia a goterones lúgubres La noche se avecina despejada de holocaustos y pensamientos vacíos Materialismos cáusticos se sorben de prismáticos esperanzados Miradas ensombrecidas se asemejan a las alucinaciones místicas Septiembre es el mes de las sinrazones otoñales que reencarnan en primavera Un cielo rojizo, un amarillo entristecido, humedecen hoy mi destino. José Patricio Chamorro, 6 Septiembre 2013, Santiago de Chile, Poesía a la vena. (Extraído del manuscrito original de mi casa de
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.