Silencios nocturnos que encienden y apagan la noche, Que la hacen vibrar a ritmos armónicos Soledades prófugas que se fugan en la oscuridad Compañías y luces convulsas que se pierden en el recuerdo Estrellas que se entrechocan en el abismo de tu cuerpo Timidez que palpita en canciones y olvidos Pensamientos que transitan por tu frágil memoria Sensatez hecha carne, des-hecha en hilachas Vidas paralelas que mueren agónicamente en otras latitudes Sin-sentidos que le ganan al fondo y le dan forma Filo-sofías in-finitas, que le dan vida al arte Muertes que des-aparecen y vuelven a aparecer Fantasmas de tu pasado, presentes en tu futuro Me-moría y re-cuerdos de un no-me-olvides.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.