Las manecillas del reloj avanzan inexorables En giros inesperados se voltean de pies a cabeza Un segundo es un mar de ausencias perennes Una hora es un velero en altamar sucumbiendo a un naufragio Huellas deambulan en tórridas aguas en desérticos valles de silencios Un páramo abre los ojos, te saluda invitándote a sentir Los vigías se pierden en tesoros encubiertos por fantasmas del pasado Un padre negro se bisloca en un terremoto, Se salvan de la inminente muerte, mil almas prontas a vivir Un ave en vuelo, cobrizas sus alas se despliega bajo cenitales parpadeos luminosos Alicanto es su nombre, devora los escombros a su andar La noche cae, desciende a los confines. Renace con vigor la ciudad de Copiapó. 10/ 22 abril 2018. José Patricio Chamorro. Copiapó, región de Atacama.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.