Sueños crean realidades a su paso, se hacen manjares en su presencia Ella deseaba conjurar la vida más allá de la muerte y su memoria se hizo carne Verbo era su gracia, pureza el hilo de su inocencia infantil Sabía de nombres ancestrales que recordaba en sonoros pensamientos Fluía en vaporos nubarrones su fragilidad primera. Cálida nostalgia rozó su mejilla A un vuelo de ave se quebró su cordura, mas nunca supo de sus desdichas. Abrió un día las ventanas de su cuarto luminoso En alba cantaron ruiseñores anunciando venidas Nadie supo jamás su historia, ella atravesó el umbral de sus misterios Asomada a la balaustrada pronunció el nombre del padre ausente En febriles estados se perdió su razón, mas su padre nunca regresó Se fue aquella noche sin decir adiós, hoy yacen juntos en paraísos de amor. Nunca se reconoció en sus palabras; como rosa floreció en primavera Preguntó mil veces por su padre, mas nunca hubo respuesta. Nadie nu
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.