Tengo 22 años y aún no aprendo que no debo enamorarme, entregar toda mi interioridad de una, que el tiempo te termina enseñando que es preciso dejar el tiempo pasado atrás y las cosas como estaban, quizás como si aquella persona que se cruzó en tu camino, jamás hubiese existido, me es triste y me acongoja en demasía esta realidad, pues creía que me había enamorado, pero fue nuevamente de la persona equivocada, de un tiro al aire, de alguien que mira por su ego personal, por sus propias proyecciones e ideas, de un ser individualista, más que mal vuelvo a estar solo, sin embargo, las experiencias quedan y yo no olvido tan fácilmente, jamás me ha gustado deberle algo a alguien y menos y con mayor razón aún a quién no vale la pena y que es capaz de verte como un objeto de su propiedad, de quién paga por vivir y que le sirvan en bandeja. Mi estilo de vida es la de un escritor, mi residencia este año ha sido intensamente productiva, perdí la cuenta de los libros leídos y lo vivido, las
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.