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Mostrando entradas de enero, 2012

Ellos no podrán cambiar el mundo.

El mundo se revuelve en el caos cotidiano Mientras el poeta idea palabras a la sombra de un árbol Canta sin luz y deslumbrado llora Penumbrado y alumbrado piensa Alucinado y extasiado te besa Asombrado duerme a la luz de las velas Su corazón sangra al ver los autos Al ver el delirio de los lirios de los hombres Al mirar su ciudad y encontrar sólo suciedad Al sentir que el ruido perturba sus oídos Hoy la música se vuelve cruel Desrompe tu voz, tus lágrimas de risa Esa ironía que cubre tus labios Que agonizan en el cansancio de los hombres Que mueren al ver las madres en las micros Que sufren y derraman bilis de tristeza Al ver esos ojitos de los niños Desconfiando de su futuro y que ellos No podrán cambiar el mundo.

Visión del Mundo como teatro en Sin Rumbo, Eugenio Cambaceres.

            En primera instancia, hablaré del contexto de producción en el que se enmarca su obra y al género al cual se adscribe, ya que nos abrirá una clara interpretación de Sin Rumbo, es así que cabe referir que ha sido posicionado en la generación del 80 de Argentina, perteneciente sin lugar a dudas a un grupo de intelectuales privilegiados de la época. Por otro lado, habrán diversos conflictos sociales que irán desencadenando determinados tópicos del libro: “Se trata, básicamente, del período de transformaciones llevado a cabo, como proyecto histórico, por una oligarquía liberal, que reorienta las bases económicas, sociales y políticas del país de acuerdo a las nuevas relaciones con los grandes centros de dominio europeos, y que convertirán a Argentina en un enclave privilegiado como productor de materias primas y de recursos agropecuarios.” [1]             En cuanto al género naturalista que recubre la obra, habrán nítidos y patentes influjos europeos, específicamente del con

La felicidad es otro cuento.

Sensibilidades, sensiblerías y frases hechas ¿Amor? Es tan sólo la morfina del momento ¿Justicia? Jamás ha existido en este pueblo ¿Verdad? Es la pretensión del iluso ¿Democracia? Es el poder de unos pocos ¿Igualdad? Es la distribución del mundo ¿Sentimientos? Corazones de mármol petrificado ¿Razones? Palabras vacías de nuestro tiempo ¿Vida? es la utopía del que sueña despierto ¿Muerte? ¿Acaso no es lo que hacemos al vivir? Vacío, llanto, alegrías, espacios Silencio… Te quiero, te amo… Silencio… La felicidad es otro cuento.

La vida es un cuento narrado por un salvaje.

Hoy siento que el mundo se derrumba a pedazos Presiento que se va acercando al fin de sus días Observo que ha olvidado la belleza de vivir Nuevamente mis esperanzas se han vuelto vanas Son tragedias que llueven en verano Gotas de lluvia sangrienta en un mar de desdichas Desdigo las palabras, desdigo mis sentimientos Hoy no podremos cambiar el mundo El futuro es un hoy ausente, El pasado un futuro presente El presente sólo tiempo ido Que se requiebra en mis manos Como arena, limo y alabastro Las casas se derrumban, las mentes se pudren La comida nos va matando, el hambre nos consume La sed te conoce y te apuñala Hoy me han apuñalado con rosas de hierro La vida es una patraña inventada Un cuento narrado por un salvaje Que reclama a gritos por su tortura.

La vida del siglo XXI es un fractal luminoso.

Hoy he sentido la potencia y ansias de escribir, la percepción del tiempo, el espacio y la vida, en este momento me parecen distintos, cada instante, único en sí mismo se convierte en un fractal luminoso, donde todo es uno y uno es todo, en efecto, la naturaleza, las personas, las almas, el mundo y uno mismo, están en armonía, casi como una visión orientalista, es decir, nos encontramos conformado ese ciclo vital y natural del que nos hemos olvidado milenariamente, ese ciclo que hemos ido destruyendo y consumiendo, que hemos asesinado hasta las entrañas y al cual hemos encadenado, sumiéndolo en una profunda tristeza. Hemos arruinado nuestro destino, gracias a los cimientos de la civilización, ultrajándolo una y mil veces, acaso podemos decir actualmente, ¿Que nuestra vida es en sí de nosotros? ¿Acaso somos realmente libres? Me cuesta creer que lo seamos, más aún cuando generación tras generación hemos corrompido lo esencial de nuestro ser, aquella conexión profunda y mística con la

El absolutismo de las horas.

Desgraciadas son las horas de la noche Desgracias llueven a la orden del día El tiempo no quiere correr, ni girar Se ha quedado estático y contemplativo Mirando pasar las estaciones como si fuesen una Ya no es verano, invierno, primavera ni otoño Es veravierno y primotoño Es Inviemavera y otorano Cronos se ha quedado dormido Sus hijas las horas hacen su antojo Y ojo, que no las manda Nadie Sino que ellas mandan a Todo A la viejita de la esquina, al vendedor del negocio Al escolar de provincia y al estudiante citadino A los de indo-china y a los americanistas A los países primer mundistas y a los terceristas Las horas son las reinas del mundo Son absolutistas y despóticas No le piden su opinión a Nadie y cambian de horario La sociedad se vuelve caos y hasta ahí llegó Todo.

Representación de las clases populares en El matadero y en Martín Fierro. Elaboración simbólica de gauchos, negros e indios en ambos relatos, a través del contexto histórico, político y literario de producción.

              En primer lugar, comenzaré refiriendo la estética literaria a la cual pertenecen ambos textos, los que se enmarcan en el romanticismo, determinado por ciertos rasgos de éste, como iremos viendo y cuáles son los lineamientos fundamentales que los van adscribiendo a él. Cabe mencionar, sobretodo, la época en la que se desarrolla este movimiento, la que abarca tres generaciones, desde 1845 a 1889, siendo considerada dentro de este contexto, la literatura como expresión de la sociedad. Entre otras influencias, hay una relación directa con los movimientos epocales europeos, con claras interrelaciones ilustradas, sin embargo, Hispanoamérica, se irá distanciando cada vez más de aquellos movimientos, pues la realidad vivida hasta cierto punto se encontraba cada vez más distante de aquella. A su vez la literatura de este período, no sólo es vista desde la estética de lo verosímil y la inventatio , sino que cubrirá un corpus que se remite a la escritura en general, vale decir,

Como espíritu del aire.

Siento el aire fluir por mis venas Presiento el viento de las montañas Acercándome al sol naciente voy Cargado de ideales en un mundo de silencios Ecos que reverberan en tu cuerpo Naturaleza que desgaja tus besos Amor sereno, amante de la libertad Cazador de ensueños e irrealidades Aspirante platónico sin temores León alado que vuelas en lo alto Rozando las cumbres con tus párpados Durmiendo en el claro-oscuro de las estalactitas Muriendo en el crepúsculo de la vida Y renaciendo como el fénix en el ocaso de tus días Dueño del tiempo, contemplador etéreo Profeta del futuro Incomprendido del presente y Arqueólogo del pasado.

Ironía en la obra Don Catrín de la Fachenda, modos y relevancias de esta figura y función que le adjudica el escritor en el contexto neoclásico ilustrado e Independentista.

             Previo al análisis específico de Don Catrín de la Fachenda , daré una breve panorámica sobre la influencia del autor en la narrativa hispanoamericana y algunos rasgos esenciales de éste, pero en primer lugar citaré las penalidades de su vida y cómo la escritura fue el mayor de sus sustentos y que le permitió, sino vivir holgadamente, al menos subsistir ante esta adversa vida: “ … el autor es un  honrado, a quien la suerte (siempre cruel con los buenos) después de haberle quitado sus bieniecillos, lo ha reducido al doloroso estado de escribir para mal comer, prefiriendo hacerlo así, antes que buscar el pan en una banca de juego, amancillando su alma con la fullería y el delito vergonzoso.” [1] Sin embargo, aquello no le impedirá descollar en las letras, hasta tal punto que innovará en el ámbito de la novela hispanoamericana, entre ellas encontramos las que consignaré a continuación: “La figura que tiene el primer lugar en la historia de los orígenes de la novela hispanoa