Me inspira la madrugada, la música violineada Amortigua la muerte del tiempo y Calma la tempestuosa tormenta de la calle Sus ruidos, sus auto-móviles, su ímpetu Fluyen mil recuerdos por mi mente Como un ruido sonoro que arrastra mil piedras Escucho orquestas sinfónicas, pienso… También siento, la realidad, la vida A veces vivo en abstracciones, parezco estar Y a la vez no estar, pero hoy no sólo vivo También pienso y siento, pienso y siento Soy humano, una frágil alma errante En un cuerpo que se marchitará con el tiempo Siento con mis cinco sentidos, tal vez un sexto Miro mi entorno, veo las desigualdades sociales Las injusticias, la discriminación misma ¿Qué hacer? El mundo está en la deriva Quisiera tener el poder para aportar a este mundo ¿O tal vez ya lo tengo? Hay que ver con el corazón Expresar la razón a través de las palabras Y conducirlas hasta la sin-razón.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.