Su rostro azabache se confundía con los contornos de la noche. El pantera llegó a Copiapó con la negrura de su piel y su pasaporte de inmigración bajo el brazo. El sueño americano no fue para él, sino un abrir y cerrar de ojos para caer en las fauces de la prisión, cuyo último lanzaso de subsistencia lo precipitó a su condena. Ésa fue la primera de otras tantas veces en que sus ojos reflejaron en una lágrima de nostalgia, la añoranza de su tierra. Historias migrantes. José Patricio Chamorro Jara. Copiapó, 13 septiembre 2018.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.