E lla es la mujer que deja huellas a su paso Que grita a los cuatro vientos su verdad Que impone su irreverencia y odio al mundo Que solloza lágrimas de rencor y amor Que se ha librado de las amarras de los hombres Que lucha contra la opresión Es la sensible mujer a la que humillaron Es la madre de tus hijos y de los míos Es el verbo hecho carne Es la sacrosanta muerte del capitalismo Es la aduladora de mentiras La virgen corrompida La silenciada por siglos La maltratada por el tiempo La viuda de la muerte La caza fortunas y la dueña de casa La que amanece trabajando Y anochece cantando La que sueña que es libre La que da su vida día a día Y que muere desconocida Como una anónima alma perdida.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.