Hoy ha sido un día extraño, acabo de terminar de leer una reflexión de un profesor que lleva toda una vida en aquella fascinante labor, sin duda alguna me sorprende, me enternece leer sus vivencias, sus experiencias y quizá hasta cierto punto me proyecto en él, pues tengo veinte años, sin embargo, si bien me queda mucho por leer, reflexionar, pensar y vivir aún, siento cada día que me invaden cientos de historias, cientos de pensamientos y así cada día que transcurre siento que comprendo menos la vida, es decir, entre más la vivimos, más inasible se nos vuelve. Me ha abatido una fuerte nostalgia, últimamente me han rondando varias ideas en torno a la muerte, en relación a “mi muerte”, creo que me queda mucho por hacer aún, pasar por miles de situaciones, pero la vida en sí me parece frágil, a veces monótona y aunque creo que la literatura marca la diferencia en lo que hago y lo que haré por el resto de mis días en la tierra, me da pena pensar que sea en vano, al contrario
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.