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Mostrando entradas de abril, 2018

Un son poético para sonreír.

Vivir con fulgor de estío un rumor vigoroso de agua brava Sentir un pensamiento como presagio de las horas Instrumento de agua es la noche, se aproxima en sueños al porvenir Se hace uno junto al vigia, su barca es velero de mares voraces Un silencio parte del más allá, testimonio somos de su hondura Inclemente, en ansias el tiempo se fuga en nocturnos poemas. La noche es el acorde triunfal de la misericordia de la poesía en ciernes Llama la duda a la severidad de la certeza,  se burla de su intransigencia Ironía es tragedia, vivir un día sin crear es un absoluto paso perdido entre los sueños ¿Qué somos sino vestigios del ayer hecho memoria? Haz de un respiro, un cauce de sensaciones al andar Mira atrás y recoge recuerdos como pétalos en flor de nuestras huellas inconclusas Pisa talones, entrechoca mundos nuevos,  sé la impropia silueta de tu figura, sonríe sin esperar nada a cambio. Jueves 26 abril, Copiapó. José Patricio Cham

La levedad del tiempo.

Las manecillas del reloj avanzan inexorables En giros inesperados se voltean de pies a cabeza Un segundo es un mar de ausencias perennes Una hora es un velero en altamar sucumbiendo a un naufragio Huellas deambulan en tórridas aguas en desérticos valles de silencios Un páramo abre los ojos,  te saluda invitándote a sentir Los vigías se pierden en tesoros encubiertos por fantasmas del pasado Un padre negro se bisloca en un terremoto, Se salvan de la inminente muerte, mil almas prontas a vivir Un ave en vuelo,  cobrizas sus alas se despliega bajo cenitales parpadeos luminosos   Alicanto es su nombre, devora los escombros a su andar La noche cae,  desciende a los confines. Renace con vigor la ciudad de Copiapó. 10/ 22 abril 2018. José Patricio Chamorro. Copiapó,  región de Atacama.

Hastío. (Recuperado del 21 abril 2014).

Hay veces que me hastío de que no se me comprenda, de aceptar órdenes impuestas, de tener que luchar con otros por vivir, que cada día sea una competencia, que los otros te traten como si no te conocieran, ser un nn, alguien sin nombre en esta vida. A veces me hastío de tener que sacar la voz para ser escuchado, de tener que respetar al otro, cuando no hay respeto hacia tu persona, de callarme, silenciarme por el qué dirán, por lo que puede decir la gente, a veces me hastío de ser yo mismo, de ir por la vida como quién lo único que lleva consigo es su palabra, su decir, su escritura y su desnudez ante el mundo. A veces escribo de hastío, de sopor y de impulso que no puedo dejar, como si la vida se me fuese en ello, a veces escribo por rabia, por escapismo, para dejar algo de mí en este mundo, a veces me hastío de ser uno más, un significante en una cadena lingüística, a veces me canso de ser hombre, de tener ideales, pero jamás me cansaré de vivir, de estar en movimiento, de no

Deja vù.

Sueños crean realidades a su paso,  se hacen manjares en su presencia Ella deseaba conjurar la vida más allá de la muerte y su memoria se hizo carne Verbo era su gracia,  pureza el hilo de su inocencia infantil Sabía de nombres ancestrales que recordaba en sonoros pensamientos Fluía en vaporos nubarrones su fragilidad primera. Cálida nostalgia rozó su mejilla A un vuelo de ave se quebró su cordura, mas nunca supo de sus desdichas. Abrió un día las ventanas de su cuarto luminoso En alba cantaron ruiseñores anunciando venidas Nadie supo jamás su historia, ella atravesó el umbral de sus misterios Asomada a la balaustrada pronunció el nombre del padre ausente En febriles estados se perdió su razón,  mas su padre nunca regresó Se fue aquella noche sin decir adiós,  hoy yacen juntos en paraísos de amor. Nunca se reconoció en sus palabras; como rosa floreció en primavera Preguntó mil veces por su padre,  mas nunca hubo respuesta. Nadie nu

Negra oscuridad con sabor a porvenir.

Espesa en la fragilidad de un sueño se duerme la noche Amanece con bríos de otoño el alba virginal Sus colores son frios como mil atardeceres echados a morir En llanto rompen las siluetas, perdidas en horizontes se atribulan como la muerte Su hondura es milagro de insurrección como malogrado pensamiento Baila en danza la hora de las nostalgias, es un reloj sin cuerda con manecillas al revés Se agita en tu mano un sentimiento sonoro en un corazón rutilado Salvaje, esperpéntico se ahorca el hombre en el patíbulo de la soledad Su cuerpo absorto de corrupciones atisba una diáfana mirada Es el poeta que contempla el cadáver del tiempo La poesía es un cementerio de rosas con sabor a porvenir. José Patricio Chamorro Jara. 13 abril 2018, Copiapo, región de Atacama.

Huellas frente al mar.

Atravesar el mar de punta a cabo como capitán sobre su barca Tomar el timón como a la vida,  despertar de ensueños Rumores lejanos hablan a tu oído, voces de naufragios claman Del más allá esperan un alma ausente de los muertos Bahía virginal en sus recónditos silencios, vaticinan oleajes al amanecer. Me refugio en la paz del silencio y el oleaje del mar Donde la felicidad es un aliento de vida que te embriaga de placeres José Patricio Chamorro Jara. Playa la virgen,  región de Atacama. 1 abril 2018.

El pintor de sueños.

Epígrafe: Las más de las veces la escritura, la inspiración nace de las vivencias cotidianas. Basta solo mirar más allá de nuestros ojos.  El pintor de sueños. Al amanecer brocha en mano, se crean mundos entre sus dedos El mismo lugar durante semanas ha sido su hogar Ante la mirada atónita de los niños, sonríe y continúa pintando sin parar En la tardes, al regresar los niños de las escuelas y los adultos de trabajar, pinta con suavidad La noche cae y el frío acecha,  el pintor en su mural continúa impertérrito Lloviznas anteceden al fin de la jornada, el anochecer es negrura intermitente Colores brillantes destilan ilusión a quiénes observan la obra al pasar Nubarrones de otoño con desértica intemperancia aclimatan la frialdad del cuadro Un paisaje pictórico se ha formado;  las palabras no son sino copias de su valor Noctámbulas calles reflejan penurias del corazón. Se vuelven silencio ausente En la fragilidad de sus ojos una lágrima se derrumba Presiente

Provocaciones.

Tu cuerpo desea lo que tu boca calla. Silencios ardientes aguardan caricias Son templo tus labios en el abril de otros brazos Se encienden pensamientos como sentir de la carne Nervados tus miembros, erectos me afligen, Atormentan mi estampa,  ardiente de bruma. Roza mi voz tu viril ternura. Adormezco tu sangre,  libo tus besos Tu vientre acaricia mi humanidad lastimera, Pernocto en tu hombría,  frugal y ligera Sedientos de efluvios, abrimos los prados. En manantiales dichosos se deleitan las manos Tu cenit destempla el calor del rocío. Ávido anuncia amores tardíos Tu fría mirada me calcina por dentro. Sé que me amas, me lo dice tu sexo Es piel de amantes la noctámbula sensación. Fugaz y marchita,  purga tu herida Mortal,  misteriosa convierte tu rostro, trastoca sentidos; has sido mío. Copiapó, región de Atacama. 1 abril 2018. José Patricio Chamorro Jara