En primer lugar, cabe referir que toda obra literaria o que se designa como tal, se corresponde con un contexto y estética determinada, por ello al hablar de poesía mística, ya se ha limitado el espacio genérico, pues apunta claramente a una exaltación individual del sentir, donde la subjetividad primará por sobre todo, pero en el caso particular de un subgénero como lo es la mística, ésta buscará un ideal filosófico y estilo de vida, que va más allá de los límites de la condición humana, queriendo alcanzar una unión con lo excelso y sublime, un lazo nupcial con la divinidad; todos fundamentos que se especificarán para poder aproximarnos y adentrarnos en el fascinante mundo de una experiencia sobrenatural. Continuando con lo anterior, antes que todo es menester distinguir entre los varios conceptos con los que la expresión “mística” se confunde: “Poesía mística he dicho, para distinguirla de los varios géneros de poesía sagrada, devota, ascética y moral con que en el us
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.