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Mostrando entradas de septiembre, 2013

Inciensos nocturnos.

La belleza del instante vivido la conservo en mi memoria Nuestros cuerpos devorándose entrcruzadamente, palpitándonos en agonía El voluptuoso incienso enciende las noches vaporosas en tu cama Lo que vivimos sólo lo saben nuestros cuerpos, fiel registro de tus besos Las caricias de una noche en vela, esperando el amanecer del otro día La estimulación   de tus sentidos me hacen creer en que aún la vida merece vivirse Al despertar ya no estarás a mi lado, pero sé que pensarás en mí como un recuerdo vago El deseo será nuestro intermitente secreto, por habernos amado desde siempre Tú conoces mis más recónditas y febriles pasiones, no olvidarás mi mano abrasadora Tu cuerpo frente al mío, tus silencios y ecos estertóreos que me piden a gritos amor mío Te amo como la mustia sensibilidad y fragilidad de mis versos que escribo en las noches tuyas Siempre tuyo, desde el día en que nos reconocimos. Tu escritor de media noche. 

El cotidiano día a día de la realidad burocrática a la chilena del siglo XXI.

Mi escritura actual no remite a un tema único, más bien es una síntesis de experiencias vitales que deseo compartir y en las que probablemente más de alguno se sienta identificado, con ello me refiero, por ejemplo, a la tan mentada burocracia, que a diario debemos vivir, el eterno papeleo para dejar constancia de nuestro nombre y existencia, de que somos alguien en esta vida, pues nos tramitan el día a día, desde las acciones más mínimas que realicemos, hasta el otorgamiento de certificados, títulos, propiedades. Es una lucha continúa donde las interminables filas son sólo una de las tantas condicionantes, pues al primar el individualismo, cada cual quiere hacer de suyo lo que se le antoje, se discrimina a quien se encuentra a nuestro lado y al vivir en una sociedad tan cronometrada, todo acto por nimio que sea en consideración hacia el otro y sin que obtengamos un beneficio personal de ello, resulta ante todo una pérdida absoluta de nuestro tiempo y como sabemos, el tiempo vale oro

Ruidos en el silencio. Chillán 22/09/2013.

Alarmantes estentóreos y caóticos ruidos del exterior, Se agudizan en las profundidades del silencio interior Las calles de la ciudad se parapetan en torrentes de estruendo La singular vida de provincia se arroja en sintonías arreciadoras La tranquilidad se ve irrumpida por las oscuras notas del clamor Los vértices de punta a cabo se diseminan en ecos sublimadores Los cantos de las aves anuncian la llegada de la primavera El invierno llega a su fin, la claridad de los espacios inundan el vacío La peripatètica agonía del mañana atardecido vibran en electromagnetismo Mi piel se eriza ingràvidamente ante la estática electricidad El magnetismo de mis ojos ennoblece la energía de mis pupilas ennegrecidas El final se acerca inminente, la vida se prolonga hasta el infinito.

Vestigios de haber vivido. (Chillán, 20/09/2013)

Una inusual lluvia de septiembre acaricia las arboledas El cielo languidece negrusco en la intemperie de una primavera febril La vida se regocija parduzca en las inclemencias de un tiempo gris Vestigios, sensaciones, imágenes y poesía amueblan la natural comedia Escribir como si nos apuntalaran una pistola en la sien derecha Como un escriba taciturno   de cuyo último suspiro surgió un galimatías alfabético Un   poema de un corazón latiente y amortiguado, de una razón mortuoria Vestigios de haber vivido una razón que al corazón no toca Un instante pasajero de gotas tempestuosas que se ofrecen a la agónica nostalgia Un terruño humedecido de recuerdos y vivencias, de ayeres otros Un mañana invertido de telarañas noctámbulas, un reflejo inverosímil Una naturaleza muerta, vestigios de haber vivido para un mañana que aún no llega.                                                                                                                                Jos

Lluvia primaveral de Septiembre.

La lluvia alicaída sublima mis sentidos, los imantiza El color local de los atardeceres se magnetiza de rosáceos cielos azulados El imantismo ensordecedor de sinfónicas melodías se convulsa en frenesí La poética claroscura de narrativas novelescas, teatraliza mis emociones El violinismo de mis latidos en sordina se concretiza en acordes infinitos La inmanencia de mis corporeidades vacuas reverdece en la primavera de Septiembre Agonías lumínicas se aletargan en la caída de lluvia a goterones lúgubres La noche se avecina despejada de holocaustos y pensamientos vacíos Materialismos cáusticos se sorben de prismáticos esperanzados Miradas ensombrecidas se asemejan a las alucinaciones místicas Septiembre es el mes de las sinrazones otoñales que reencarnan en primavera Un cielo rojizo, un amarillo entristecido, humedecen hoy mi destino. José Patricio Chamorro, 6 Septiembre 2013, Santiago de Chile, Poesía a la vena. (Extraído del manuscrito original de mi casa de