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Mostrando entradas de abril, 2024

Emociones encontradas.

¿Qué es la frustración, sino aquello que evadimos desde nuestra insatisfacción del deseo? Ser un ser libre en una sociedad que adormece tu sentir, que normaliza sus convenciones y se vuelve un patrón en el que debemos encajar. Un molde hecho a ultranza de la moralidad de la época. ¿Ansiar la libertad y actuar en consecuencia, es lo que nos imposibilita a amar? Si el amor es libertad y este se construye a través de las decisiones diarias, ¿no debiese ser la voluntad de elegir, de ser junto a otro, el peldaño que construye la felicidad? Ser feliz en nuestra cotidianidad pareciese ser un acto de vanidad en un mundo que se cae a pedazos. Somos el vicio corrupto del placer sin memoria. Porque esta nos constituye en forma, simetría perfecta de lo que somos en esencia. Es, por tanto, la ausencia de esta, la omisión involuntaria la que nos arrastra al vacío. Amar nuestra existencia con lo que somos, con lo que perdimos. Aquellas sombras que confluyen en la agonía de nuestros pensamientos.

Éxtasis amatorio.

El roce de tu piel acaricia mis pasiones. Se realzan mis sentires en tus vertiginosos latidos. Tus hombros me cautivan en su hombría destemplada. Atenazas mis muslos con tus manos temblorosas. Somos un solo espasmo de violento éxtasis. Hundidos en el placer de nuestros sentidos arrobados al amanecer. Copiapó, 7 de abril del 2024.

Tiempo desvanecido de la infancia.

  El recuerdo atenazador de una infancia desvanecida. De niño esperaba en silencio, mirando por la ventana de la casa de Santiago que daba a la calle, mientras una lágrima recorría mis ojos por la llegada de mi madre que día tras día dejaba su vida en el trabajo. Transcurrían las hrs y el sentimiento de soledad, ese vacío existencial de que mi madre no volviese, aguardaba. El deseo de verla, pero que no sabría a ciencia cierta si sería así. Era el mundo que me arrebataba a mi madre por un lapso de hrs.