Hoy al desplazarme por el largo y ancho de esta ciudad abarrotada de gente que es Santiago, en medio de su bullente y ensordecedor ruido, sus miles de autos y tumultuosas masas de gente circundando la ciudad, iba caminando a paso rápido y pensando en las personas que uno se topa a diario, pues si bien uno no ve a todos, puesto que el mundo es muy amplio, pero en general tiende a frecuentar a la gente que posee intereses similares o que por uno u otro motivo debe encontrarse con ellos, de este modo pienso, por ejemplo, en las personas que trabajan en la micro, taxis, supermercados, estos últimos me los tiendo a encontrar muy a menudo, pues cuando voy a esos lugares, ellos tienden a ser los mismos que te atienden, lo mismo pasa con la gente de la U , con quien uno convive a diario, la vida en general es pluriforme, nadie nos enseña a vivir, sin embargo, en esta lucha constante por la supervivencia en la selva metropolitana, algunos vivimos más relajados que otros, algunos somos
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.