Mirar, sentir y dar sin esperar nada a cambio Salir del confortable espacio que nos habita Renacer con cada gesto y volver a los orígenes Polvo somos y del polvo venimos Polvo de estrellas es la magia que recrea un poeta Abrir caminos entre las pedregosas sendas que cruzan este andar infinito El artista descalzo de pies cansados y fugitivos No desfallece hasta hallar el oasis de sus sueños Aquél por el que cruza cielo, mar y tierra Para abrazar las promesas y sonrisas del paraíso Solo tal vez al final de cuentas, en ese instante de claridad meridiana Comprendamos que el escritor es solo un niño que ha sobrevivido Alma que vive y en sus manos arden mundos con palabras y artificios Que en el último rincón del mundo En fértil tierra, sin confines ni mitos Tu sombra se refleje en horizontes perdidos. José Patricio Chamorro Jara, 15 marzo 2017. PD: Cuando la inspiración se descubre en los recónditos espacios del mundo que nos habita y cada circunstancia
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.