Ad portas de mis 31 años aún puedo decir que la vida siempre me sorprende y sonríe, que he decidido amarme y respetarme por sobre todas las cosas, a estar en sintonía conmigo mismo, a seguir mi ritmo, aprender a conocerme en mis errores y aciertos. Como todos, soy un ser imperfecto, pero que ha aprendido que a la vida se viene a amar y entregar lo mejor de nosotros, aprendiendo y compartiendo con quiénes nos rodean. He viajado, he conocido personas que me han cautivado por su esencia y formas de ver el mundo. Siento que no hay mejor juez que el tiempo y mayor sentencia que la que dicta nuestro corazón. En esta etapa de mi vida solo estoy dispuesto a compartir mi tiempo vital con quiénes deseen acompañar con honestidad, sinceridad y afecto su propio camino junto al mío. Anhelo ya no solo ser libre, porque cada día que transcurre siento que lo soy, sino que quién desee estar a mi lado en los variados planos que nos ofrece esta existencia, también lo sienta y solo nos acompañemos
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.