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Mostrando entradas de febrero, 2010

El regalo

Aquella tarde, como de costumbre el padre regresaba de su jornada de trabajo, quizás no fuese lo que él hubiese deseado y en mucho distaba de sus predicciones de antaño, pero se conformaba. Tal vez no se convirtió en el destacado médico que descubriría la cura del cáncer y los males que atañen a la sociedad; ni mucho menos, en el hombre idealista que cambiaría el mundo o en el exitoso abogado que defendería los derechos de los más desposeídos, pero al menos lo confortaba poder laborar como obrero de construcción y poder llevar el pan a su casa y más aún, contemplar la sonrisa cándida de sus hijos a la espera de su llegada.             Su mujer lo esperaba con la cena dispuesta, era una mujer muy esmerada, que desvivía por su marido e hijos, juntos compartían gratamente en familia y no les bastaba nada para ser felices. Sus hijos eran su orgullo y depositaban todas sus esperanzas en ellos, para ambos la mejor convicción y su mayor legado era la educación que les podían otorgar. Tras lev