Para mí, jamás han existido las casualidades, casi como un principio categórico. Ya perdí la cuenta de las ocasiones en que alguien se ha atravesado en mi camino y por esas cosas inexplicables siento que estábamos en la misma sintonía. A veces hay personas anónimas, otras conocidos de la vida, pero me cuestiono, hasta qué punto uno conoce a otro en esta vida que da tantas vueltas, pues ni uno mismo se termina de conocer. En los recorridos que hacen nuestros sentidos, nuestra presencia física, la que si bien siempre es dirigida por lo que pensamos, es extraño y difícil de dimensionar, dónde llegaremos, dónde estuvimos toda nuestra existencia y dónde culminará, pero lo que sí sé es que el presente es lo único que tenemos y debemos ser felices en él, disfrutarlo y conservarlo, pues después será un lejano recuerdo en nuestra memoria, junto a otros tantos que hemos vividos. A veces cambian las circunstancias, en otras, las personas y sin duda alguna, los momenots y de pronto nos encont
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.