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Mostrando entradas de febrero 3, 2013

Placeres estivales.

El agua cae arremolinada por mi cuerpo, se sumerge en mis poros El calor abrasa los intersticios de mis brazos y devora mi entrepierna Los rayos de sol me invitan a acariciarlos de par en par a la distancia El rocío de las flores suavemente besa mis labios, los corrompe El viento roza mis párpados, me abre y cierra, me abre y cierra… los ojos ¡Ay de mis ojos! Lentos se enamoran del verano, lo observan lejano Mi corazón palpita al estío de la madrugada, al calor de la mañana Amanece en mi cama, se asolean las sábanas, se abren y cierran, se abren… ¡Ay las ventanas! Se abren y cierran, se abren y cierran, se abren… Cierro las ventanas, miro a mi alrededor, el placentero verano llegó ¿Qué es el otoño? ¿Qué es el invierno? ¿Qué es la primavera? Son sólo las migajas de lo que quedó de la cálida estación.

Noche estrellada en la modernidad.

Abro los ojos, el cielo se azuliza, se apardiza, se blanquiza Estrellas clarividentes acompañan la noche, la resplandecen El cielo discurre tránsfugo evadiendo la noche, inmortalizándola La luna de plata cubre los astros nocturnos con su seda inmemorial Nubes pardo-agrestes iluminan los pétalos del recuerdo Rosas blanquecinas acompasan en orquesta una sinfonía clásica Estatuas venusianas danzan canciones de par en par Las flores se inmovilizan a su andar, conversan con la diosa amorosa Darío les habla de la modernidad, del modernismo Ellas escuchan silenciosas sus palabras afrancesadas Enamoradas testimonian el juicio eterno de su amor Promesas incumplidas en una noche de plata, llena de nostalgias Un no-me-olvides y un te-quiero-tanto acompañan mi llanto.