El agua cae arremolinada por mi cuerpo, se sumerge en mis poros El calor abrasa los intersticios de mis brazos y devora mi entrepierna Los rayos de sol me invitan a acariciarlos de par en par a la distancia El rocío de las flores suavemente besa mis labios, los corrompe El viento roza mis párpados, me abre y cierra, me abre y cierra… los ojos ¡Ay de mis ojos! Lentos se enamoran del verano, lo observan lejano Mi corazón palpita al estío de la madrugada, al calor de la mañana Amanece en mi cama, se asolean las sábanas, se abren y cierran, se abren… ¡Ay las ventanas! Se abren y cierran, se abren y cierran, se abren… Cierro las ventanas, miro a mi alrededor, el placentero verano llegó ¿Qué es el otoño? ¿Qué es el invierno? ¿Qué es la primavera? Son sólo las migajas de lo que quedó de la cálida estación.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.