En tu pecho arde la pasión de nuestros antepasados. Territorios volcados bajo caricias, un beso nos arrebatan. Somos el pensamiento erótico del éxtasis primigenio. Somos cuerpo, carne hambrienta de pudores y versos. Eres sangre bullente que desea ser domada, sentenciada entre susurros. Ecos de tus paisajes más humanos que el cristo de mis plegarias. Eres la puerta de entrada a sueños más profundos, sonido torrentoso como crujientes labios que besan lo prohibido. José Patricio Chamorro Jara. 24 de febrero 2019.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.