La naturaleza de los sueños y de la consciencia siempre me ha parecido un mundo extraño, a veces de difícil acceso, más aún cuando nuestra mente permanece tan activa y lúcida, que pareciera que cuando nos sumergimos en este estado, viviéramos todo como una realidad paralela, alterna, donde nos comportaríamos como quisíeramos comportarnos, a veces con incongruencias con nuestra realidad de vigilia, a veces con total libertad e iguadad, que un estado u otro, en el mundo onírico y en la realidad, nos comportamos de la misma manera, pues la esencia del sujeto vivenciante es la misma, sus expectativas, frustraciones, deseos más profundos, significaciones simbólicas, anhelos, todo se superpone en la mente del individuo, llevándola a diversos planos conscientes e inconscientes. Pero qué es lo que recordamos de un sueño, por qué se nos olvidan las partes fundamentales de éste, tan sólo a los segundos de despertarnos y, en cambio, hay otros que permanecen en nuestra memoria, incluso al pas
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.