Alarmantes estentóreos y caóticos ruidos del exterior, Se agudizan en las profundidades del silencio interior Las calles de la ciudad se parapetan en torrentes de estruendo La singular vida de provincia se arroja en sintonías arreciadoras La tranquilidad se ve irrumpida por las oscuras notas del clamor Los vértices de punta a cabo se diseminan en ecos sublimadores Los cantos de las aves anuncian la llegada de la primavera El invierno llega a su fin, la claridad de los espacios inundan el vacío La peripatètica agonía del mañana atardecido vibran en electromagnetismo Mi piel se eriza ingràvidamente ante la estática electricidad El magnetismo de mis ojos ennoblece la energía de mis pupilas ennegrecidas El final se acerca inminente, la vida se prolonga hasta el infinito.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.