Hoy escribo mientras viajo, generalmente lo hago cuando estoy en un lugar tranquilo y en mi notebook ante todo, no obstante, ahora me he dedicado a observar a las personas, sus acciones, sus vidas, su estrés. De hecho, de igual modo me estresa tener que relacionarme con el mundo, con su caos, con su desorden. Nuevamente pensaba en la monotonía de la vida de las personas, de su vacuo mundo interior o ¿acaso será que mi mundo interior se ha enriquecido?, probablemente sí, eso se lo debo a la lectura continúa y constante, de hecho recién ahora soy relativamente consciente de lo que estudio; de lo fundamental que es para la sociedad, aunque ésta desprecie carreras de esta índole. También pensaba en lo atemporal que es estudiar letras, sientes cómo todo fluye, cómo el mundo fluye, mientras tú reflexionas sobre el acontecer y sobre aquellos a quienes ves, criticas y piensas. Es decir, lo imperdurable del mundo. Regresando a mis pensamientos en torno a que el mundo, el ruido, e
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.