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Mostrando entradas de octubre, 2017

Día de los muertos.

Día de los muertos. Soledad el día de los muertos como alma en pena, llueve Cae la noche al vacío y se despiertan rumores lejanos Sisean, trastabillan, se levantan y tropiezan los silencios Morir es sobrellevar culpas y remorder el pasado Ser mártir en la rutinaria indiferencia de quién lleva a cuestas el peso del mundo Verdugo de sueños aportillados en la memoria calcinada Agonía inescrutable de quiénes se saben hechos para la muerte Cuerpos olvidados en rescoldos intermitentes de la cansina humanidad Se desvelan en aguaceros las palabras oprimidas Se precipita en diluvio universal la placentera nostalgia de las horas Quietud es el alud que nos aguarda Sonríe desdeñosa la mujer con su guadaña 31 octubre 2017. Chillán José Patricio Chamorro.

Temor sombrío. (28 octubre 2016)

“El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras”.William Shakespeare. Temor sombrío. Los días se suicidan hacia el final de la jornada al perderse tu presencia Se visten de atavíos solemnes para esta ceremonia de verte partir El corazón de los lunes se agita en la ansiedad inminente de tu llegada Los martes extienden sus brazos a tu corporeidad infinita que llena el vacío Los miércoles son la antesala de mis desdichas, la nostalgia de saberte un instante Los jueves desfallecen en misericordias destempladas en horizontes agónicos de melancolía El mal mentado viernes es el inicio del fin del holocausto en que me sumerges La llegada del sábado resplandece como un crepúsculo desvanecido de atardeceres El domingo es la muerte inminente de los días que se consumen en ausencias Mueren lentamente en parsimoniosa quietud como estatua marmolada Es el lirio quebrantado de los jardines del amor. José Patricio Chamorro, 28 octubre 2016.

Esencia de té. (14 /6/2012)

Las palabras acallan mis oídos El silencio mis latidos paraliza Acicalan mi cuerpo tus finas manos  Sentada frente a mí te contemplo Bebemos un té de madrugada Recordamos viejos tiempos Nos desquebrajamos  Me besas, te correspondo C A E    UNA… G                  O                  T                 A                     Se esparce su silueta por el suelo La observas, me miras, sigues bebiendo Eres única, tu alma es pureza virginal Tu esencia es como una taza de té al amanecer.

Síntomas nocturnos.

Es el momento un hálito que nos posee Rescoldo de vida en el vagar de nuestros pasos Búsquedas, pensamientos son síntomas de la humana certeza Respiro inminente es la muerte  en la soledad de las horas El tiempo, raudo, pasa fugaz como un suspiro Hablan las noches en el ocaso de tu silueta Sonríe tu boca en el despertar del amor. Tocan tus manos el éxtasis de la carne Sintonizan tus latidos los ecos del recuerdo Sientes, callas, enmudeces en la palidez del silencio Eres enfermedad postrada en las vitales catacumbas Se abren a tu andar como capullos en primavera Anuncian  aciagas horas los besos de juventud. Regresas y te pierdes en palabras a destiempo Amas con locura la insensatez de otros amantes En tus brazos duerme la agonía de sus misterios Sus besos acarician tu mejilla y te sonrojas al recordar. Presiento tu piel en sábanas nocturnas Vacío es el despertar del día El sentimiento es mi mayor tortura Nostalgia el vano veneno del enamo

Éxtasis.

En sus días de olvido la vida es breve Se escurren fugaces y placenteras las horas Extrañar es una certera declaración de amor Sentir la lejanía y rozar los recuerdos Infinita es la distancia inseparable de los cuerpos Cobarde el corazón que insinúa sentimientos Profana los momentos tu boca fugitiva Resuenan misteriosas las aguas del paraíso.  Besos prófugos como amantes nocturnos Amo tus silencios, la melodía de tu piel Te deseo, te acaricio en sueños diurnos de madrugada Eres el espejo del romántico encuentro La imagen delineada de amorosos suspiros Tu humanidad es éxtasis místico. Tu palabra es cadencia sonora Ingrávida promesa de amor incumplida Pensamientos, risas y memorias La escritura es verso ensangrentado Pasión mordaz en el pecado de la carne.      8 octubre 2017, Chillán.      José Patricio Chamorro.

Capullos en flor. (Poema completo)

Capullos en flor. (Poema completo) Las nubes deambulan como tu silueta entre mis dedos Nuestras manos acarician el rocío  Penetran los sentidos los aromos perfumados Canto la alegría, lloro la tristeza de los días Melancolía es el sentir que nos invade Es Noche el dulzor que degusta tu boca Abre primavera tus capullos en flor. Los nubarrones pueblan tu rostro sereno Frágil es ante la intemperie del pensamiento ausente Perturbadora mirada es la soledad que nos aguarda Tus ojos esperan en cómplices silencios El color de las rosas palidece en monocromías Octubre es el mes de los callados besos Amantes nocturnos ocultan su deseo en primavera Se abren en flor los capullos rojos. En vals danzan pétalos deshojados Se abren y cierran como en éxtasis tu cuerpo Pasmosas catarsis provocan en la tierra Sinuosas curvas agrietan los torreones Cataclismos estertóreos rozan tu piel  Inundan los valles tormentas de pasión Pétalos

Pétalos en vals.

En vals danzan pétalos deshojados Se abren y cierran como en éxtasis tu cuerpo Pasmosas catarsis provocan en la tierra  Sinuosas curvas agrietan los torreones Cataclismos estertóreos rozan tu piel  Inundan los valles tormentas de pasión Pétalos caen de los capullos en flor. José Patricio Chamorro, Chillán, 7 octubre 2017.

Nubarrones de primavera.

Los nubarrones pueblan tu rostro sereno Frágil es ante la intemperie del pensamiento ausente Perturbadora mirada es la soledad que nos aguarda Tus ojos esperan en cómplices silencios El color de las rosas palidece en monocromías Octubre es el mes de los callados besos Amantes nocturnos ocultan su deseo en primavera Se abren en flor los capullos rojos.

Capullos en flor.

Las nubes deambulan como tu silueta entre mis dedos Nuestras manos acarician el rocío  Penetran los sentidos los aromos perfumados Canto la alegría, lloro la tristeza de los días Melancolía es el sentir que nos invade Es Noche el dulzor que degusta tu boca Abre primavera tus capullos en flor. José Patricio Chamorro, Chillán, 7 octubre 2017.

Hilos invisibles.

“Recordé lo que tú decías. Que al pronunciar un nombre, unos hilos invisibles nos unen a la persona que nombramos”.      Contigo a la distancia, Carla Guelfenbein. P. 159. Me lo repetí tres veces, hasta grabarlo a fuego en la memoria. La primera vez tu nombre me pareció un antojadizo recuerdo de amores del pasado. Mi gran amor de adolescencia llevaba tu nombre. Habían pasado nueve años desde que no experimentaba el mismo sentimiento. La segunda vez fue cuando me esperabas en el terminal de la ciudad que años después nos cobijaría en nuestros romances de juventud. Aquella mañana caí en tus brazos para perderme en ellos y no volver. Ese día comprendí que ya nada sería igual, que nuestras vidas habían tomado un derrotero que entrecruzaría hasta el último de nuestros alientos los insondables caminos del destino. Lo nuestro estaba escrito y ambos sabíamos en la oscuridad de nuestro sentir más oculto, que nos amábamos a la distancia. La tercera vez fue de improviso. Intempestivame

El último adiós del olvido. (Reedición)

El palpitar de las hojas otoñales nos cautiva Con cautelosa parsimonia caen, se mueven y agitan Al son de nuestras pisadas se alejan etéreamente Tal nuestras emociones se han encontrado Volando grácilmente como águilas furtivas. Vuelves como el viento, Tu inconstante ausencia aguardo Como clepsidra nuestro tiempo se esfuma gota a gota Transcurridos los minutos se tornan horas Las horas, días en ausencia  Los días, años de soledad Son la juventud perdida y desvanecida de los años Férrea voluntad reserva el corazón. Recuerdos, evocación  La vida es la muerte que no nos pertenece La muerte amarga, escuálida, se extingue Es la pérfida agonía del día. Espíritus seniles proclaman su naciente amor Amor como fénix renace propagando sus ígneas llamas Resucita en cenizas ante desdichas nocturnas   A quién ha perdido el canto rejuvenece su llegada Corazones enamorados padecen la muerte de un adiós Desesperación es saber que no volveré a oír tu

Matices.

Matices. Caminar contra reloj es siempre un ejercicio interesante para poner a prueba la capacidad para llegar a un lugar en menos tiempo del estimado. Me encontraba en aquellas andanzas y cavilaciones cuando irrumpió en mi mirada un grupo de cinco amigos que disfrutaban con fruición una canción que tarareaban. En mi mente vislumbraba lejanas tierras, donde aquellos hombres libres, gozaban de las simplezas de la vida y de la naturaleza virginal al son de ritmos afrocubanos. Sentí la imposibilidad en mis ojos de ver, mi corazón interpretaba mejor que mis sentidos aquel cuadro. Mientras mis oídos se dejaban llevar por la cadencia sonora y rítmica entre risas que parecían de otro lugar, más allá de lo que podía escuchar, uno de ellos se aproximó y me hizo ser parte de aquella fiesta sin tiempo, ni espacio. Por primera vez comprendí que la maravilla son los instantes  que nos hacen humanos y que la sonrisa es la ventana al mundo. Esa tarde como una obra de arte cubierta por una tela

Esperanzas del mañana. (3 octubre 2014)

La vida es estar en pie, aun fatigado y hastiado de la rutina, de los días, de los recuerdos, de sentir que todo tiempo pasado fue mejor, de que el futuro puede ser una sorpresa inesperada, de que la vida cambia y que no va cuesta arriba, de que el tiempo avanza para hacernos más sabios y que siempre se puede aprender algo nuevo, de que la felicidad depende de lo que hagamos hoy para forjar el mañana y que aún se crea en que una idea puede cambiar el mundo, así todo parece más esperanzador y menos agraz, un poco de nostalgia y una vida para crear, atreverse a cruzar el rio, hacer lo que otros no se atreven hacer, innovador y si es necesario, diferente. Ya que ser uno mas entre una multitud y rebaño dormido, es dejarse llevar sin pastor al matadero de los humillados y ofendidos, de los silenciados, de los sin voz, de los que viven una vida de vacíos e incertidumbres y que ya no creen que el sol se esconde por el este y amanece por el oeste, no que mañana brillará el sol.       Pd:

Sentir social: versos para los poetas de mi tierra.

Sentir social: Versos para los poetas de mi tierra. Encienden como hojarasca ardiente las anárquicas letras aprisionadas Espíritu apasionado, libertario de letras y acordes de tenor involuntario Esa silenciosa música que apaga el sentir y lo enmudece,  ruido estertóreo Muerte al fratricida de las armas La codicia  enceguece al celador de las cofradías Juventud rebelde, corazones insatisfechos por escuchar su voz Gritos a intemperie, rock y pedazos de poemas en calles de agonía El luchador cotidiano desfallece en sopores de su cimiente intelectual Las manos de quién pone el lomo en el diario faenar, entremezclan la soberana libertad Como garfio fiel a los ideales de quién cree en la fé irresoluta de una convicción Pensamiento que los identifica, mentes lúcidas como farolas iluminan nuestro andar Es el cobarde callar de quién se duerme entre letanías y da la vida por ser lumbre Por ser profeta de otra tierra y cimentar versos de poetas en grietas infecundas A

El decir de las horas.

Las horas me hablan en incesante murmullo El seseante secreteo es sonoridad temporal Sonrío, me carcajeo en bufonadas tragicómicas Me miran, las miro en cómplices silencios Las toco, las apremio, las sostengo y las engullo Pausadamente las agito y las estremezco. Las horas buscan el poder, sedientas de reconocimiento Las hay, aristócratas, proletarias y de clase media Las 12 es la reina  señorial de las horas Sus súbditos reales marcan cambios de ciclo Las seis de la madruga y las seis de la tarde Las tres y las nueve son de clase media Ellas siempre cenan y almuerzan hasta hartarse Las una, dos, cuatro, cinco, siete y ocho son proletarias Ellas trabajan sin cesar, a veces juntas, otras separadas. Las compadezco, las saludo al iniciar la jornada Las ocho de la madrugada siempre me desea buen día Es amable, sincera, espontánea y madrugadora ¡Qué decir de su hermana! Ocho de la tarde es amarga como hiel Siempre la veo triste y desganada al