Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2012

Hoy mi razón de vivir son mis sueños.

Hoy mi razón de vivir son mis sueños Mis ideales, tan sólo convivir Fuego que recubre mis entrañas Calor que enciende mi pasión interior Aquellas intensas ansias por vivir al máximo Disfrutar los matices de esta tierra Visitar sus confines, acercarme a los horizontes Fluir como los ríos de mi patria Amar sin límites, enamorarme en cada momento Sentir y pensar, ser tan sólo ser ¿Vivir? Qué es la vida, sólo sé… Que la prefiero antes que la muerte La muerte es eterna, la vida es tan sólo una Acompáñame, vivámosla juntos, convivamos Hoy y siempre, hoy por siempre Rozando las arenas con nuestros párpados Confundiendo nuestras lágrimas en la lluvia Eternizando nuestros cuerpos, seamos felices Hoy y siempre, hagamos esta tierra de nosotros.

Vivir es otro cuento.

La vida es un continúo de trabajos ¿Vivir por vivir? ¿Vivir o morir? ¿Qué es la muerte? Tan sólo el olvido ¿Qué es sentir? Tal vez estar vivo Hoy existo porque siento Ayer existí porque pensé Eros, thanatos se conjugan Hoy soy feliz, sin embargo, sufro Al ser consciente de los abatimientos De los choques que nos damos con la vida Sus malas pasadas, sus malas jugadas El dinero, la educación, el materialismo Todo nos consume, en ello nos sumergimos Amo el presente, en él soy consciente Quiero, tan sólo quiero, vivir es otro cuento.

Lo femenino y sus figuraciones en la poesía de Rubén Darío: “Venus”, “De invierno”.

En primer lugar, antes de adentrarme en la poética de lo femenino y su figuración en la poesía dariana, a través de la revisión de poemas connotados de su obra, hablaré primeramente de su estilo, el que influye no sólo en la forma de captar la esencia de lo femenino, sino que de igual modo en la tradicionalidad, entre otros variados motivos, que estarán plenamente marcados por lo heteróclito de su lenguaje, símbolos y figuras, esa superposición de temas y motivos que iremos apreciando a continuación: “Sin salirnos de los confines estrictamente artísticos, esto es, sin trasvasarnos del todo a consideraciones ampliamente culturales (que son las más argüidas por quienes postulan una prolongada vigencia para esta época en sí), la expresión modernista puede contemplarse como la suma heteróclita de estilos a través de cuya interacción se manifiesta el espíritu vario, confuso y aun contradictorio de toda una época: la del fin de siglo (de este fin de siglo angustioso) […]”. [1]            

Era el pretérito perfecto de la belleza.

Mi madre era casi hermosa, casi bella Era el pretérito perfecto de la belleza Era ella, tan sólo ella, no había nadie como ella Sus manos que te cubrían las penas de amor Su llanto tierno, dulce y sonoro Como río de piedras que siguen su camino Como azahar y rosas que rozan tus pies Así era mi madre, bella como ninguna Perfecta y trabajadora de alma única Hoy la recuerdo, hoy la quiero Ayer viví con ella, ayer la quise Mañana no estará a mi lado Pero mi amor hacia ella estará intacto. Mi madre era casi hermosa, casi bella Era el pretérito perfecto de la belleza Era tan sólo era, palabras que se van Palabras que vienen, Hoy sobran para decir cuánto la quise.

Americanismo, cosmopolitismo y tradición en la poesía de Rubén Darío. Autonomía estética y cultural.

            En un primer momento, previo al análisis de la obra dariana, es preciso realizar una contextualización de ella, es así que para determinar nociones como las de “americanismo”, “cosmopolitismo” y “tradición”, más allá de efectuar una definición conceptual, primeramente hablaré de qué trata y si es que incluso podríamos esbozar una suerte de literatura hispanoamericana; desde esta perspectiva entonces se torna necesario cuestionarse la hipótesis de una teoría de la originalidad americana o si más bien somos una copia/mimesis/imitatio del canon estético-literario-europeo hegemónico, para ello me apoyaré de lo referido por los críticos: “El hecho es que la concepción de lo representativo ha estado ligada además, entre nosotros, a una teoría de la originalidad americana. No es esta teoría lo que hoy resulta falso, sino su formulación. En efecto, somos originales en la medida en que tal vez todo el mundo lo es: tenemos una experiencia concreta del mundo. Pero sería distinto su

Cuestionario de Proust sobre su personalidad/ anexo de mi personalidad.

Este cuestionario me lo envió una amiga que al igual que yo se dedica a la escritura permanentemente, ella como conoce mi fascinación y adoración por y hacia las letras me lo envió, por si me animaba a responderlo y efectivamente, así lo haré, contestaré una a una las consiguientes preguntas en lo posible desde el alma de mi personalidad; por lo demás citaré lo que señaló mi amiga al respecto: “Este es un cuestionario que encontré en un libro que alguna vez leí (Beso a ciegas   de Alain de Bottom) y me llamó mucho la atención por las preguntas que hacía y porque estaba contestado por Marcel Proust. Lo busqué en internet para saber si de verdad existía y si eran reales estas respuestas de Proust, y sí. Resulta que es un cuestionario para descrifrar la personalidad de quien lo contesta, lleva el nombre del escritor porque él fue el primero en contestarlo (dice en la web). Encontré varios con las mismas preguntas pero redactadas diferentes o con preguntas menos, así que copiaré el q