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Mostrando entradas de agosto 9, 2017

Las letras son mi pasión de vida. (10 agosto 2014).

Ojalá se pudiese girar la manivela del tiempo hacia atrás, regresar el tiempo transcurrido y convertirlo en tiempo recobrado. Para quién se sabe escritor, amante de la vida y viajero del alma, los años transcurren como una inexorable promesa no cumplida.  Se avecinan cambios, lo presiento, aunque hasta ahora, en estos veintitrés años, cada cambio suele ser para mejor y cada cual más inesperado que el anterior, llevo conmigo más de aquello con lo que me vine, llevo cinco años viviendo relativamente solo, pues siempre he estado acompañado y he recibido mucho apoyo y energías de muchas personas en mi vida, sin embargo, la vida es un peregrinaje, un partir y mirar siempre hacia adelante, desapegarse a ratos de lo material, para alcanzar otras cosas a las que les atribuimos otro valor, quizás más simbólico, sentimental, emocional y hasta visceral. No me da miedo la vida, no obstante, me causa pavor no saber qué vendrá, cómo reaccionaré y qué haré el resto de mi existencia, quizá

Reencantos de juventud, ad portas de 26 años de vida.

¿Qué es el tiempo y su paso por esta vida sino estelas del errante caminar? La vida no son los años a cuestas, ni los pasos andados y desandados cronométricamente como reloj de arena, sino la certeza de haber vivido, de haber elegido caminos, desviado el rumbo, equívocos prematuros, aciertos a destiempo, imágenes de experiencias junto a las huellas de otras almas, aquellas que sin duda llamamos amigos. Para quién hace de la escritura su oficio, escribir unas líneas es un laberinto de vicisitudes, así como la vida que en sus múltiples encrucijadas acorta nuestro andar y pronto debemos buscar otras salidas. Vivir es un arte, una correspondencia de misivas a quiénes una vez estuvieron y ya no están, a aquellos cuyas distancias físicas nos separan imprevisiblemente, pero que más temprano que tarde nos volverán a acompañar. Las experiencias van y vienen como las estaciones del año que se suceden una tras otra, dictaminando la sentencia de un nuevo año que llega y otro que se fue. La

Análisis Poesía Inconclusa de Jorge Cid.

                El poemario que ha llegado a mis manos, pese a su nombre “Poesía inconclusa”, es un todo acabado en sí mismo que cobra vida propia a través de las letras y sentimientos, en palabras del autor: “La poesía nunca concluye, siempre está expresando una respuesta. El lector construye sus propios significados”. En efecto, el lector construye sentidos, le da vida a los textos. ¿Acaso podría existir la literatura sin lectores? En él encontramos poemas tan certeros tales como “No sé nada”, donde irremediablemente se me vienen a la mente frases célebres como la de Sócrates en su “sólo sé que nada sé”, con el que daba luces sobre su sabiduría al reconocer su propia ignorancia o como en el caso de Jorge Matamala, sobre su lucidez y compromiso con la sociedad en la que le toca vivir. También destacan poemas como “Caída de la noche I y II”, cuyas personificaciones y sinestesias nos embargan nuestro sentir en múltiples emociones.             Entre las temáticas más reveladora

El mercado de Chillán: Un bien social de nuestra comunidad, ¿Socialmente valorado o económicamente capitalizado? (5 Noviembre 2014).

El mercado de Chillán: Un bien social de nuestra comunidad, ¿Socialmente valorado o económicamente capitalizado? El mercado, lugar de tránsito permanente, de un flujo, de un ir y venir incesante, donde afloran lo social, lo económico, en una red orgánica, un tejido articulatorio, que visto desde una perspectiva lingüística y en estos términos es posible comprenderlo a través de la noción de mapas semánticos, cuya red de significados, engloba distintos ámbitos sociales. Bajo esta premisa es un espacio donde se gesta lo mejor de la convergencia social, el intercambio mercantil en lo económico, cuyo símbolo se materializa en el intercambio de bienes materiales tangibles y servicios intangibles con valor monetario a pequeña y mediana escala en donde se produce la convivencia de diversos estratos de la sociedad, siendo por ello un lugar que ha sido y es patrimonio histórico, donde persiste la insistencia de la memoria y la memoria del ayer. Sin duda alguna, como suele

El lugar de la inspiración. (9 agosto 2014)

El lugar de la inspiración puede ser cualquiera, pero exige como el nombre lo dice, un espacio abierto, donde se pueda respirar libremente, para dar rienda suelta a la imaginación y los pensamientos, para que la escritura se desborde, los matices surjan, la vida fluya y las emociones se encuentren, inspirarse es un proceso de cambios, de ires y venires, de resurgimientos espontáneos, de escrituras permanentes, de vivir en el arte y para el arte, por el arte. Es dar y entregar la vida misma por una pasión, por ver la obra de arte al fin terminada, la que se veía lejana y sólo en el pensamiento, que cuando cobra vida, revitaliza el tiempo, conquista al pensador y exalta los sentidos adormecidos para que se plasme en ellos lo sublime, la obra del arte, el trabajo del artista como el placer del creador.