La paranoia y el caos de lo imprevisible, aquello que escapa a tus manos, a veces me he levantado en la mañana con un pensamiento que me sobresalta, de cómo seguirá el curso del mundo cuando ya no esté y, sin embargo, sigo ahí, viviendo en un mundo tendiente al desorden entrópico, donde como individualidad no me queda más que aceptar con resignación lo que éste me entrega. A .veces exijo mucho del mundo, desde mucho antes que naciera éste ya estaba constituido de una manera y no puedo hacer nada para remediarlo, sólo vivir y, al menos, dentro de lo posible, cumplir mis propias expectativas, atreverme a hacer lo que mi voluntad me dicte, reencontrarme, pero ese sentimiento de no llevar a cabo la empresa propuesta, de caminar a la deriva, deseando algo que la materialidad y nadie más que tú sabes, que no pueden llenar ese vacío existencial, ese desear experiencias límites, vivir otras vidas o aun la tuya propia llevada a exigencias inusitadas. Hoy me quedé contemplando a concerti
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.