En primer lugar, al analizar la obra “El extranjero” de Albert Camus, ésta ya desde la esencia misma del vocablo “extranjero”, se nos presenta como una suerte de distanciamiento o extrañamiento en relación al mundo, pues fundamentalmente Mersault, quien es protagonista de la obra, es un sujeto que se nos muestra como alguien apático, indiferente ante los acontecimientos que lo rodean, vale decir, ante el mundo circundante y cada uno de los hechos que se van sucediendo en su vida, así por ejemplo ocurre primeramente con la muerte de su madre, la que de cierto modo no marcará un hito trágico en su vida, sino que más bien continuará como si nada hubiese sucedido. De hecho desde la primera línea se nos muestra la absoluta indiferencia con que trata la muerte de su madre: “Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé.”. Desde este punto de vista, Mersault hace una suerte de pausa en su pensamiento, lo que viene dado eminentemente por los puntos seguidos, pero queda patente al d
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.