Llueve sobre la ciudad del Rimac. Atardece como la sombra de un heraldo negro bajo la inclemencia de un nubarrón con sabor a otoño. Frágil me parece la silueta de ese paisaje ensordecedor que esconde historias bajo las puertas de sus templos. Me guiñan un ojo, me pierdo en las profundidades de calles y avenidas. Alguien pronuncia mi nombre a lo lejos. Libertad es el eco que llega junto a mi pecho, lo escucho como si estuviese a mi diestra. Sin embargo, sé que soy un hombre varado en la ciudad; más nada cambiará mi semblante de extranjero en tierra de otros hombres. Alguien pronuncia mi nombre en un murmullo, llueve sobre el Rimac, libertad. Lima, Perú, "El gran Molino". José Patricio Chamorro. 04/2/2019.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.