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Mostrando entradas de marzo 1, 2012

Mortal pescado volador arremolinado. (Cadáver exquisito).

Mujer de labios otoñales de ardiente pasión Pero no, desafortunadamente, quizás ni siquiera el día. Cada cuarto sucumbe con la llegada del obispo Liberando los sentidos. Naturales cadencias infernales en sonoros latidos invernales Y pudiendo siempre ser mejores. Antaño las pequeñas luces habrían tenido más valor Embargando al corazón Podrido de resentimiento y rencor Pero sin escatimar jamás su amor. Cada nota mitiga mi dolor Desaparece el calor Fuego y miedo a tenor de una canción Girando repetidas veces en la misma palangana estúpida, Concordia entre lo inefable y lo impertinente Sigo aquí cual invasor De pasos furtivos alacraneando en las arenas temporales Siempre amarrados a la cueca huracanada de la física cuántica Yace por entera en el suelo esparcida En espacios infinitos Como presentimientos apocalípticos intensamente crípticos En unos pequeños frasquitos llenos de cosas graciosas. Antaño mi curiosa mirada solía perderse en el insondable abismo de pretenciosa vaguedad.

Hoy descubrí.

                       Hoy descubrí que el capitalismo, el neoliberalismo se nos ha metido hasta las entrañas, hoy fui parte de sus garras, me atrapó en el consumismo hedonista y materialista del siglo XXI, cuyo símbolo característico son los mall, me vi envuelto en las interminables filas y horas desperdiciadas a la luz del malestar social que ello representa, en sí me fijé en el cansancio de las personas, en la monótona rutina de trabajar, ganar dinero, comprar. Esa especie de continuum cíclico que se extiende ad infinitum, siendo precisamente el mismo que nos acompañará toda nuestra vida, que no cambiará en lo más mínimo, mientras nos rijamos por aquel abominable sistema, que manipula hasta el más mínimo detalle de ésta, vivimos de una felicidad efímera, transmutable por dinero, valores trastocados, que padece de síndromes como la delincuencia, el asesinato, el maltrato y el enajenamiento individual y social, pues efectivamente una de las paradojas que más se percibe es aquella vi