Es difícil vivir, sentir, amar Saber callar y saber escuchar. Me silencian ¿O me silencio? El sufrimiento es pasajero La vida es un curso sin fin De aprendizajes y destinos Quizás pre-destinados terminamos amando Viviendo, sintiendo, pensando Discurrimos como almas solitarias Otros nos acompañan, otros están a nuestro lado Los padres nos crían, nosotros nos liberamos La familia no se escoge, los amigos sí El amor se cultiva, la amistad crece lentamente La inteligencia se usa con prudencia Y pese a que mis pensamientos fluyen Como ríos en la eternidad Aún no sé, ni sabré qué es la vida Hoy extraño mi hogar, pero pierdo libertad Volver a pasar un proceso mil veces sin aprender Qué mal nos haría, sin aún entender.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.