Hoy 20 de abril escribiré de manera muy poco ad hoc al ámbito literario, más bien recordaré de manera lisa y llana, un poco de lo que he observado, sí bien sé que cada persona está luchando día a día por su subsistencia relativamente tranquila en este mundo de absurdos y sin-sentidos. Básicamente lo veo reflejado en una situación paradójica, donde lo que aprecié fue lo siguiente: Me dirigía a un centro médico X, lo cual me hizo tener que tomar y escoger un imbricado sistema de la locomoción colectiva, ante lo cual ya me estoy habituando, sobretodo a circunstancias un tanto extrañas que me conllevan a creer no en el azar, sino que en el destino, pues me encontré con una joven más o menos de mi edad con la que me vine conversando durante todo el camino, al principio hablamos de la vida de cada uno, hacia dónde iba yo, dónde estudiaba ella, etc, ahí nos dimos cuenta que ambos éramos de la Chile , lo cual no fue casual, inclusive teníamos conocidos en común. Por otra parte, a me
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.