Hay de quiénes se enorgullecen de haber leído y otros, de haber creado Una eterna disquisición, donde no media razón Ser un Borges o un Proust, he ahí la cuestión De Tellier lo lárico, de Mistral su amor a Dios De Neruda un verso, de Parra su inspiración De Mallarmé su genio, de Bretón sus sueños De Tzará el dadaismo, expresión pura de la palabra Vanguardistas que iluminan nuestro transitar a oscuras por letras huidizas Pisadas a destiempo, de otras épocas y otros amores Soy surrealista, simbolista, parnasiano o modernista yo no sé Un romántico, soñador y enamorado tal vez Es el pedregoso camino a encontrar la propia voz Perderme entre los versos de Rokha o ser como Huidobro, un pequeño Dios ¿Cantarles a las rosas o hacerlas florecer en el poema? El oculto deseo del artista es vivir con pasión o, sino es preferible morir en el intento Ser libre entre las celdas y encrucijadas del inoportuno destino Que con sus azares y
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.