Encuentros casualmente determinados por el destino Retratos en sepia y suspiros de amor Perfiles griegos de rasgos masónicos Zalamerías frívolas en un mundo enajenado de mentiras Consumismo ferviente y hedonista para escapar de la rutina Vidas que fluyen y autómatas sin vida Corazones rotos y compras azarosas sin corazón Altruismo delirante que satisface el narcisismo propio Oprobios y opio para los cuerpos que gozan de tal resignación Varias monotonías que no varían a polifonías El canto de uno es el canto de todos La homogeneidad devora las entrañas de la diversidad Los homofóbicos carcomen a los homos Y la libertad se pierde al no vivir, ni dejar vivir Las sutilezas de palabras vanas no logran nada Luchas encarnecidas por una naturaleza que se desvanece, Silencios rotos en disturbios pacíficos que desembocan en vandalismos Discursos utópicos de añejadas políticas En una nación donde la vida se juega día a día Trastocando la democracia en oligarquías Anarquistas y nihilistas sólo
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.