Se miran, se tocan, se acarician Se besan, se entrecruzan, se desean Una mirada cómplice, un silencio cautivador Un beso profundo, un ahogo del corazón Un espasmo sabroso, una pura sensación Un ritmo cadencioso, un vaivén excitador Un orgasmo nocturno, una noche de pasión Un despertar al nuevo día, se recorren, se respiran Tiempo que se desvanece, caricias que se des-hacen Sábanas des-hilachadas, almohadas orgásmicas Se levantan, se duchan, se separan Una mirada cómplice, un beso y un adiós
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.