I Vivamos el palpitar de nuestras exclamaciones Suspiremos en el abismo de nuestros cuerpos Acaríciame y hazme saber que soy única Ámame en las penumbras Y penetra en el virginal umbral de mi deseo Coge esa casta flor de los valles de mi juventud Y déjame sentir tu humanidad íntegra Bésame de los cabellos hasta la punta de mis labios Recorre los caminos que conducen al sinsentido Y culmina danzante en la belleza íntima de mi sonrisa. II Entrégate a la sencillez de mis pechos A la aurora boreal de mi belleza Al manantial de vida que enceguece tus sentidos Sigue el rumbo fijo hasta el punto G de tu destino Embriágate del dulce éxtasis que te cautiva Dancemos como jóvenes sin tiempo Enamorados a destiempo Y compenetrados al acompasado ritmo de tu amar diestro. III Déjame captar tu aroma aterciopelado Olvidarme de todo y entregarme sin pensarlo Ser sólo tuya y tú de mí Yo sin ti y tú sin mí Un solo cuerpo unido hasta el fin de los tiempos.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.