Las historias vividas nos moldean el alma, hacen que aprendamos a sobrevivir a la incertidumbre de los días y también de lo que somos. Con el transcurrir de los años he aprendido que conocerse a sí mismo no solo se logra a través de la introspección del pensamiento, sino que de los sentidos, inclusive de no postergar nuestros deseos más íntimos y sentir el placentero éxtasis del roce de la piel y de los cuerpos. Amar es vibrar más allá de las moléculas que componen nuestra existencia, es aminorar la marcha del tiempo y conectarse con aquellas experiencias únicas que nos invitan a ser uno con aquellas personas que acompañan nuestro pasajero transitar por este mundo. Todos, indudablemente buscamos amar, sin embargo, la posesión de la carne, en otras palabras el impulso sexual las más de las veces nace desde la atracción fisiológica en una serie de reacciones bioquímicas aparentemente acompasadas, pero que solo cobran real sentido cuando la chispa de la paciencia, la comprensión, la c
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.