Tú que carcomes con cizaña, q ue a los bellos amantes aborreces Ahógate en tu vaho repugnante, c alcínate a fuego lento En pezuñas de cocodrilos palpitantes entierra tus palabras Devoradora de instantes co mo sanguijuelas vehementes de sangre. Sumérgete en el agua de la Estigia, Cúbrete tus cabellos serpenteantes Vulgar medusa de horror aberrante, g ritos salvajes de estupor te acallarán Caerás mil veces en las garras de cerbero Hasta el noveno círculo de Dante hundirás tu corazón de hierro.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.