Como lobo hambriento devoro tus carnes Se eriza tu piel bajo mi lengua serpentina Es fruto en flor entre mis manos tu viril humanidad. Se agazapa mi cuerpo sobre la roca de tu pecho febril Arden llamas bajo la sensualidad de las caricias matutinas En gorjeos cautivos se desnudan mis palabras Mi boca es oralitura en tu hombría desbordada. Profanadas bajo la hondura de tu cérvix se agitan mis sinuosidades Somos un solo miembro erecto a contraluz de un juego nocturno Amantes profanos en un desierto de orgamos al amanecer, somos tú y yo. José Patricio Chamorro. Copiapó, 14 octubre 2018.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.