La practica hace al maestro, el amor, como la vida misma, no debe tomarse a la ligera, hay que disfrutarlo por sobretodo, poner en practica los principios inmemoriales. Cada persona es un universo a descubrir, las cadencias de la voz, las pausas y ritmos acompasados de los cuerpos, la tranquilidad de dos personas sincronizadas en el acto amatorio, en el atreverse a vivir plenamente los instantes, aquellos que son irrenunciables, consistentes en sí mismos, pero que como el polvo, se desvanecen en el aire. Hay una primera vez para todo en la vida, pero siempre podemos aprender a reencantarnos con nosotros mismos, con nuestros gustos y placeres. Registro en mi memoria, la primera vez en que nos vimos, ese segundo que me miraste con curiosidad y yo atentamente te escuchaba, me ponía nervioso en tu presencia, no podía negar la atracción que me producías, tu cuerpo, tu figura, tu tan sola presencia, tu cercanía, ese estar ahí a mi lado. Yo te escuchaba atentamente las
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.