La noche es bohemia santiaguina, vida vespertina Hombres y mujeres se pierden en sus calles, se los lleva la noche Historias olvidadas recorren sus micros y paraderos Amores fugados y sobre vivencias eclipsadas Luces evanescentes iluminan la noche, Miro, pienso, me silencio Rostros pintarrajeados, mujeres de tacones altos En la noche todos los gatos son negros Hombres y mujeres palpitan sedientos de placer Sus cuerpos desfallecen en el cansancio de la rutina Cuerpos nicotinados, consumiéndose la vida.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.