Yo soy el poeta fatal, el de los días negros Aquél que le susurra a la noche su fría muerte El que navega a la deriva de la niebla intranquila El poeta de los 7 mares, el que poetiza los espacios El hacedor de las horas fatídicas, el que humilló a la muerte El redentor de los astros lumínicos que acompasan esta letanía El deseoso de la sangre indecorosa que rodea tus muslos El poeta del parnaso que escribe sus versos a tinta fría El que pensó dos veces las encrucijadas de tu destino La errabunda sombra de tu laberinto de vicios y fantasías El poeta que yace embriagado de tus eróticas fragancias Que extasían mi entrepierna desde el abismo al universo .
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.