Hoy la noche se me presenta cautivadora, tentadora Una musa cuyas sinuosas curvas me llama Exhala deseo y me fulmina con el hálito de su mirada Que proclama a gritos furtivos que la posea Que la haga mía y que la haga suspirar como el amante al que nunca podrá olvidar Aquél que la poseyó, que conquistó su alma Y Deliró con ella hasta la extenuación en su lecho de ámbar Cuyo efluvio emana fragancias aterciopeladas. -o- Sí, ésta es la noche perfecta, Una noche apasionada, atiborrada de amor y un frenesí que no se le iguala Es la noche propicia para una reflexión Que despliega calma, tempestad Y Que se impacienta anhelante a la espera de mi estocada Un impulso impetuoso Que no cesará hasta que pernocte en el placer poético de una caricia Que le arrebate hasta el más escurridizo de los besos Y Quede postrada en un rincón de mi cama.
El monte parnaso es el olimpo de los simbolistas No soy iconoclasta ni falso adorador de egolatrías Enamórate de la soleada claridad del día Invierte el tiempo, traspasa generaciones Sumérgete en la torre de marfil, lee, escucha y escribe lo que ves No te calles, lo peor que puedes hacer es silenciarte Tan sólo entra y serás bienvenido en mi torre de marfil No preguntes por mi nombre, ya lo sabrás de antemano Sólo sé tú, sigue tu camino y me encontrarás, si me estás buscando.